Hacia el olvido

Hacia el Olvido

Diez.
Cada lugar y cada instante, cada poro de fe 
que tuve ayer como bienes propios
los compartí contigo y juntos los gastamos.
Tus ojos, tu sonrisa, tus pechos, tu cuerpo...tú
tus caricias y tu voz se alojaron en mis pasos.

Nueve.
Mas oigo lejana tu voz, desde que la ausencia .
nos alargó el camino y nos distanció las citas. 

Ocho. 
Aprendí cómo duelen las noches sin tus caricias 
y sufro por mis caricias que se duermen quietas.
 
Siete. 
Hace días que tu cuerpo en ágil bruma no llega 
a eclipsar los cuerpos lindos 
que pasan por mi vista. 
Hace días que mis manos 
se duermen sin tu piel. 
La persona linda 
que habita en tu cuerpo hermoso 
me mira de salida y se marcha alegre. 
¿Será que está creciendo
el olvido en tus afectos?
¿Será que se esfuma la fe de mis recuerdos?

Seis.
Hace días que mis labios ansiosos  
y mi lengua inquieta
piden besar tus senos desnudos. Sin respuesta 
aprenden la dureza 
de no gozar de tu pecho erguido.

Cinco.
Ni luz alegre, ni color rosado, ni tenues trazos,
ni siquiera el brillo de tu sonrisa ausente
vienen como ayer a iluminar mis pasos.

Cuatro.
Tus ojos que se adueñaban del tiempo 
de frente a los míos
con la magia del fulgor que incide,
ya sin brillo, ya opacos se fijan lejos,
los veo cansados 
o no llegan como antes al lugar de siempre.

Tres.
Tus besos en mis labios –mi pasión al verte-
a veces se voltean al lado, besito en la mejilla,
al vernos después de las ausencias cortas.

Dos.
Y así, los espacios de mis días y noches
que hasta de lejos colmabas, veloz y hermosa,
se están llenando de aires insensibles,
de recuerdos cercanos que se alejan mudos.

Uno.
En tu alma los recuerdos se envuelven, 
se arropan con los míos
y se acuestan a existir en las brumas del olvido.

Cero y cero.
Infinito. Cero recuerdos. Cero.

       Luis Hernán Rincón Rincón
     Támesis, 22 de mayo de 2009,
       y 5 de marzo de 2021.    

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